14 junio, 2013

Reencuentro con la realidad - Parte II

Viene de acá
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Pasé justo por el lado de la mesa tan pronto llegó la persona que estaban esperando. El nuevo novio se levantó de la mesa y sin querer, pero con ese sentimiento por dentro que ocurriera, golpeé sin querer el hombro del sujeto. Me dí la vuelta, lo miré con todo el odio que emanan mis ojos cuando sienten ira y fuego interno. Le dije, lo siento y antes que mis sentimientos reaccionaran, en ese instante de razón me di la vuelta  y salí por la puerta del bar, a la que me dirigía desde que me levanté inicialmente.

Yo se, puede ser un acto de cobardía, pero sabiendo lo que ella siempre  detestó de mi fueron esos celos, ella, aunque no me reconoció (y hasta ahora podría enterarse) yo se que entiende que me hubiera podido dar la vuelta y atacarlo hasta acabarlo, pero no, yo era otro tipo, ese que ella estaba perdiendo en ese momento. Yo era más que eso.

Me puse los audífonos de mi iPhone, puse música y caminé hasta la estación del subte (metro). Mil y unas veces  pensé en ese beso que se dieron frente a mi...

(No la conseguí para insertarla, pero si la oyen o la saben acá sonaría Pensamientos de Electro dub tango)

Una y otra vez me cuestioné si había sido o no la reacción ideal. Mi mente daba cientos vueltas sobre el mismo tema, con lágrimas en mis mejillas que se fundían con las gotas que comenzaban a caer caminé. Llegué al hotel luego de un trayecto colmado por imágenes irreales que iban y venían.

Ahora qué debía hacer, Clara iba a aparecer en el hotel al día siguiente y yo ya no quería verla a los ojos y que tuviera ese descaro de mentirme con el amor que decía sentir por mi, yo no quería enfrentar esa realidad. Necesitaba pensar, las cosas habían sucedido muy rápido y  aunque nuestra realidad no era esa, yo estaba ahí, pero mi realidad estaba a miles de kilómetros. Ya tenía una vida armada, un plan que debía seguir y eso tenía que sacrificar mi pasado con Clara.

Sábado. Amaneció sobre Buenos Aires y yo no había pegado el ojo. Pensé durante toda la noche qué excusa darle para evadir sus mentiras, yo sabía que ella lo primero que me iba a decir era que me amaba y que nunca me había sacado de su corazón ni de su mente, pero en ese momento yo sabía que era falso. Bajé , tomé un ligero desayuno, troté un rato en el gimnasio del hotel, subí, me arreglé y a media mañana bajé al lobby del hotel, hice el check-out con mis maletas armadas y tomé un taxi con rumbo...

4 comentarios:

  1. haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa con rumbo al psicólogo!!
    ese man qué o que?
    llorando por esa loca que no vale la pena!! pésimo!!! en lugar de gozar BsAs y comerse a de cuanta vieja que hay!! jebusss Ayúdalo

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  2. ahhhh deberia irse pa otro hotel y perdersele a la nena, o llegar al apto con maletas y todo pa ver ella que hace.

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  3. De verdad, ese man tiene demasiado huevooooooooooooooooo!
    Los límites de idiotez no los conoce. Logra controlar su lado indio troglodita pero ahora termina chillando de nuevo y echo mierda por culpa de las locuras de Clara bipolar

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  4. No sé quien me cae peor!!! Si Clara por falsa y mala, si el man por brutoooooo o si tu!! por dejarme iniciada siempre con tus post... Lo pensaré....

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