Empaqué la mejor ropa. Eso sí, tenía que verme súper bien. Me fui con mis típicos jeans y una camiseta, una chaqueta que si lo pienso bien, solo recuerdo que era azul. Salí a la universidad con mis sueños ilusiones, y con la tranquilidad de tener todo listo entre la maleta. Ese semestre salía temprano de clase y tenía el tiempo necesario para ir por la maleta hasta el apartamento, dejar los cuadernos de la universidad y arrancar para la terminal. Así lo hice. El tiempo jugaba a mi favor, el tráfico fluía de acuerdo a lo esperado y los tiempos de recorrido fueron los calculados inicialmente. Recuerdo que ese día mi ma’ se ofreció a llevarme, así que por ahí ya me había ahorrado diez mil pesos. Me despedí de ella, con su bendición y diciéndome que me portara bien agarré mi maleta y me bajé del carro.
Miré la puerta del terminal y pensé “bueno, lo que fue, que sea” y comencé mi marcha a buscar un tiquete. Bolivariano sería la empresa con la que viajaría, en un bus grande y cómodo para poder tratar de descansar en el recorrido. El tiquete me costó sesenta mil pesos (unos U$30||20€) y el bus saldría a las 7 de la noche. Me compré un par de Coca-Colas para tomar durante el camino. Metí mi maleta en el compartimiento y subí al bus. Ubiqué la silla 16 A que decía mi tiquete, justo al lado de la ventana me senté. El bus partió. Mi cabeza estaba confundida, emocionada, con ansias de llegar ya. Sabía que esto que hacía nunca lo habría hecho por nadie que no me moviera el piso y que si esto funcionaba iba a valer la pena como con ninguna había valido.
Salimos de la ciudad una hora después de arrancar de la terminal y a partir de allí el recorrido sería de doce horas, más una hora de la parada a descansar a mitad del trayecto. Desde ese momento en el televisor del bus proyectaron Bad Boys II, que para la época la estaban estrenando en cartelera (suele suceder que el bus tenga películas piratas). En inglés presté un poco de atención a la película para distraer mi mente y lograr conciliar el sueño.
Pasada una hora de la media noche, el bus se detuvo para descansar y pensé que quería llamarla, pues durante todo el trayecto no habíamos hablado, pero miré mi celular y no tenía señal. “Mierda” pensé. Bueno, según lo planeado ella estará esperándome en la terminal de Medellín para de allí salir hacia el apartamento donde Marg nos estaría esperando.
El bus retomó su camino y yo concilié nuevamente el sueño hasta la mañana siguiente cuando, a lo lejos, oí a uno de los pasajeros decirle a otro: “Mire la entrada a Medellín”. Recuerdo abrir los ojos y ver que el bus se oscurecía, estábamos cruzando el túnel de la entrada norte de la ciudad. Allí quedé completamente despierto, me senté y abrí la ventana. Miré la hora, y tal y como esperaba eran las nueve de la mañana. En un trayecto de no más de 15 minutos llegamos a la terminal y por fin ponía un pie en Medellín.
Descendí del bus buscando con la mirada su rostro. Su figura hermosa. No la encontraba y aunque no me preocupaba, si quería verla YA. Fui hacia el compartimiento donde estaba mi maleta y mientras esperaba a que el señor que estaba sacándolas por fin diera con la mía, oí detrás de mi una hermosa voz que me dijo “Hola”.
No me quiero imaginar la reacción de nuestro personaje, si a mi me dio un brinco en el corazón al leer ese Hola.
ResponderBorrarTampoco me quiero imaginar la ansiedad durante ese viaje, que debió ser más eterno por las ganas.
Se le acelera el corazón de saber que ya él va a voltear y ambos se fundirán en un abrazo, que serán un y podrán decirse todo lo que se quieren a los ojos!!!
#yoconfieso que tengo el ojo aguao
Bueno finalmente llego a Medellin y que valiera la pena toda esta travesia ni dudarlo por un momento todo esfuerzo que se haga en aras de conseguir el amor, nunca sera en vano, y como dice nuestro protagonista "lo que fue, que sea"...por fin se encontraron que emocion.
ResponderBorrarhuyyy el Hola tan esperado que puede dar un infarto, que para el corazon, que hace que la sangre fluya rapidamente, y que el tiempo se detenga..
ResponderBorrarwow me emocione hasta yo, no me imagino que habran sentido los dos...
y el picooooo?? jajajaja! Bueno, al menos ya se que llegaste sano y salvo a medallo, y ella si estaba esperandote!! :) con esta parte de la historia recordé el unico viaje q he sido capaz de hacer por alguien en un bus... lastima!!
ResponderBorrarPocas cosas en la vida son tan significativas como las que haces por una persona que te inspira un sentimiento tan intenso y profundo.
ResponderBorrarCualquiera que hubiera sido la forma de verse, valía tanto como para ser recordada eternamente.
Una página mas en ese archivo del corazón...llena de expectativa, pero a la vez llena de un temor de lo que pueda suceder.
Hacer que el tiempo corra, para luego pararlo en esos 3 dias de vivir a fondo y con el alma en la mano, pero seguros de querer aprovechar hasta el mas minimo de los segundos.
Enfrentarse valientemente a lo desconocido, simplemente poniendo por delante la fe depositada en la otra persona y la confianza de que a su lado cualquier momento pueda ser simplemente hermoso.
Solo porque el corazón tiene razones que la razón desconoce.
Ay qué emoción! esto cada vez se pone mejor! El corazón se me va a salir, parece como si la que estuviera en la historia fuera yo. También me gusta eso de que recuerdes el número de la silla, super lindo!
ResponderBorrarQuiero saber máaasss!!! Qué emoción, en serio!
Realmente emocionante !!!!! que delicia todas esas sensaciones :D
ResponderBorrarQue desespero!
ResponderBorrarMi pobre corazoncito no aguanta tantas emociones!
Después de tanto tiempo por fin van a verse de nuevo....Por fin tantos besos y tantos abrazos dejados por telefono....Por fin juntos!
Qué "Hola" tan emocionante. Deja el corazón acelerado. JA!
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